Cine. Esa palabra mágica con aroma a pochoclo y celuloide, capaz de llevarnos de historia en historia sin movernos de la butaca o el sillón. Un concepto que enseña, conmueve, emociona… y también puede enojar. Una mezcla de ingredientes que, juntos, dan como resultado la receta perfecta para narrar un relato continuo. Pero hoy no venimos a declarar nuestro amor por la claqueta ni por los 35 mm. No. Esta vez estamos aquí para iluminar tu camino a través de un sendero de hallazgos que despiertan la pregunta: “¿Eso existe de verdad?”. Y la respuesta, siempre, será un rotundo “Sí”.
Dejate llevar por este viaje de descubrimiento, donde historias inesperadas mezclaron géneros, personajes y universos de formas sorprendentes. Acomodate en tu asiento y no olvides parpadear, seguro algo te va a sorprender. Comencemos.
Snow White and the Three Stooges (1961)
Un clásico de los hermanos Grimm transformado en musical infantil con humor slapstick (comedia física basada en la exageración). Así puede resumirse esta curiosa película dirigida por Walter Lang y Frank Tashlin, estrenada en 1961. La propuesta reúne elementos tan poco convencionales como desconcertantes. La protagonista es la patinadora olímpica Carol Heiss, ganadora de la medalla de oro en los Juegos de Invierno de 1960, en su única aparición en cine. A su lado, los inconfundibles Tres Chiflados (Moe Howard, Larry Fine y Joe DeRita como Curly) aportan su sello cómico. La producción, a cargo de 20th Century Fox, buscaba relanzar a los comediantes y ampliar su alcance hacia un público familiar.
Entre enredos, canciones y aventuras, esta versión poco tradicional del cuento sigue a Blanca Nieves en su lucha por recuperar su lugar legítimo como princesa y enfrentarse a la reina, con la ayuda inesperada de este trío disparatado. Es uno de los títulos que marcaron una etapa de los Tres Chiflados en los años 60, cuando exploraron historias y géneros muy distintos a los habituales.
The New Scooby-Doo Movies (1972-1973)
Cuando la Máquina del Misterio volvió a la pantalla en 1972, sorprendió con una propuesta cargada de invitados inesperados. Esta fue la segunda serie de Scooby-Doo, creada por Joe Ruby y Ken Spears y producida por Hanna-Barbera. Con capítulos de casi una hora (el doble de duración de los clásicos de 20 minutos), la pandilla resolvía misterios acompañada de figuras insólitas. Entre los episodios más curiosos destaca The Secret of Shark Island, donde Sonny y Cher ayudan a desenmascarar al villano. También aparecieron los Harlem Globetrotters, Batman y Robin, los Tres Chiflados y hasta la Familia Addams, quienes hicieron aquí su debut animado antes de tener su propia serie en 1973.
Con dos temporadas y más de veinte capítulos, la serie dejó claro que Hanna-Barbera veía en Scooby-Doo una plataforma ideal para integrar íconos de la cultura pop y atraer tanto a niños como adultos. Una fórmula arriesgada que terminó convirtiéndose en una de las entregas más recordadas de la saga.
Frankenstein Meets the Wolf Man (1943)
Mucho antes de que los superhéroes establecieran su propio universo cinematográfico, Universal Pictures inauguraba el ciclo monster mash. La idea era reunir a sus monstruos clásicos en una serie de crossovers, algo impensado para la época. Con guion de Curt Siodmak y dirección de Roy William Neill, este título abrió la puerta a nuevas entregas como House of Frankenstein (1944) y House of Dracula (1945). La película funciona además como continuación de The Wolf Man (1941) y The Ghost of Frankenstein (1942), potenciando la fórmula de unir criaturas en un mismo relato para deleite del público.
La trama sigue a Lawrence Talbot, resucitado contra su voluntad, que busca desesperadamente una cura para su maldición de Hombre Lobo. En su camino despierta al monstruo de Frankenstein, desencadenando un enfrentamiento que marcaría un hito en el cine de terror. Sin duda, un clásico que sembró una semilla replicada décadas más tarde en otros universos compartidos.
Lao shu la gui (1979)
Si hablamos de tramas alocadas y poco convencionales, Lao shu la gui (también conocida como Kung Fu vs. Yoga) encaja perfectamente en esa categoría. Esta producción hongkonesa de artes marciales mezcla acción, comedia y aventura bajo la dirección de Chen Chuan y con guion de Paul Chang Chung. Basta con leer la traducción del título para despertar la curiosidad.
La historia sigue a un joven impulsivo que gana un torneo de kung fu cuyo inesperado premio es casarse con la hija de un comerciante. Para evitarlo, deberá superar tres pruebas imposibles, entre ellas enfrentarse a un luchador de yoga con habilidades extraordinarias. No será una joya del séptimo arte, pero sin duda ofrece una trama tan poco convencional que invita a esperar lo inesperado y termina siendo más que entretenida.
Six-String Samurai (1998)
Una de esas películas que parecen salidas de un sueño extraño. Six-String Samurai es una producción independiente estadounidense que mezcla acción, comedia, western y ciencia ficción en un cóctel tan raro como fascinante. Algunos encuentran similitudes con el universo de Fallout o incluso otras cintas de mundos postapocalípticos y realidades distópicas. Con guion de Lance Mungia y Jeffrey Falcon, y dirigida por el propio Mungia, la película se convirtió en un título de culto por su originalidad.
La premisa nos sitúa en un mundo alternativo donde la Unión Soviética destruyó Estados Unidos en 1957. En medio del caos, la ciudad de Lost Vegas se erige como último bastión del rock and roll. Tras la muerte de Elvis, el trono del “Rey” queda vacante. Allí entra en escena Buddy, un guerrero errante armado con una guitarra y una espada samurái, que junto a un niño huérfano emprende un viaje hacia Lost Vegas para reclamar el título.
Evolution (2001)
Una película que encontró su lugar en ese terreno donde lo extraño y lo absurdo se mezclan con éxito. Dirigida por Ivan Reitman (el mismo detrás de Ghostbusters), nació de un guion concebido originalmente como un thriller serio de ciencia ficción escrito por Don Jacoby. Sin embargo, Reitman decidió darle un giro y contrató a David Diamond y David Weissman para transformarlo en una comedia al estilo Ghostbusters. Jacoby, lejos de oponerse, disfrutó tanto las modificaciones que continuó trabajando junto a ellos en el proyecto.
La historia comienza con un meteorito que cae en Arizona, trayendo consigo vida alienígena que evoluciona rápidamente en criaturas cada vez más peligrosas. Un grupo peculiar de personajes deberá detener la invasión con ingenio. El resultado es una mezcla de parodia del género, rostros conocidos y, como muchos recuerdan, la mejor publicidad que el cine haya ofrecido en 101 minutos.
Conclusión
El cine y la televisión son un océano inmenso, lleno de rincones inexplorados donde se esconden tesoros que quizás nunca imaginaste. Esta lista apenas abre una ventana a ese universo de historias perdidas, pero muchas más siguen esperando ser descubiertas.
Y por eso, no queda más que decir: hasta la próxima, porque este artículo continuará…
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Por Nick¿Una dosis extra de nostalgia? Encuentrala en este artículo de los mejores tríos de los 90s. ¡No te quedes afuera! Subscríbete y mantente al día de todas las novedades.