TV Guía de tardes con chocolatada: así crecimos viendo tele en Argentina

27 de Junio 2025
Animación de una TV antigua: se sintoniza el logo de Groobeat, luego Ren y Stimpy.

Es muy difícil separar la cultura de los 90 de la televisión. Una generación que creció frente a la TV de tubo y la señal por cable. Si fuiste un puberto cuyo principal alimento cultural provenía de este aparato, seguramente, recordarás los grandes shows y caricaturas que dominaban la señal. Por eso, queríamos hacer una recopilación de los canales infantiles más destacados de Argentina y sus alrededores.

The Big Channel

Logo de The Big Channel sobre collage de series animadas del canal.
The Big Channel (1990)

Antes de que existiera YouTube, y mucho antes de que Cartoon Network hablara en neutro, The Big Channel (o The Big, para los amigos) era el rey indiscutido de las meriendas. Lanzado oficialmente el 1 de febrero de 1990, nació como una vidriera para los juguetes de Tyco, distribuidos por la empresa Cartan. Pero lo que empezó como una estrategia de marketing se convirtió en un fenómeno cultural.

Con una programación que incluía Mazinger Z, Thundercats, Tiny Toons, Batman: La Serie Animada y He-Man, el canal se ganó el corazón de una generación. Fue también uno de los primeros en emitir anime japonés en Argentina, abriendo la puerta a un género que más tarde explotaría con fuerza.

¿Sabías que…?

En las tandas publicitarias, el punto de la letra “i” del logo de The Big Channel cantaba jingles como el del “Día del Ahijado”, pidiendo regalos de Cartan. ¡Sí, el punto del logo tenía su propio segmento musical!

Tras la quiebra de Cartan en 1995, el canal fue retirado de Cablevisión y reemplazado por Magic Kids. Aunque volvió brevemente en 1996, ya no logró recuperar su audiencia. Finalmente, cerró sus transmisiones el 3 de septiembre de 2001, pero su legado sigue vivo en la memoria colectiva.

Magic Kids

Logo de Magic Kids sobre collage de series animadas del canal.
Magic Kids (1995)

Cuando The Big Channel dejó un hueco en la grilla, Magic Kids apareció para llenarlo con una propuesta que mezclaba dibujos animados, videojuegos y producciones locales con una identidad bien argentina. Lanzado el 12 de enero de 1995 por Pramer y Cablevisión, el canal fue presentado con bombos y platillos en el Hotel Sheraton. Su nombre surgió del “Club de Socios Magic Kids” de Cablevisión, y su sede pasó del barrio Congreso a Palermo, en Buenos Aires.

La fórmula fue explosiva: Dragon Ball, Sailor Moon, X-Men, Power Rangers y Los Caballeros del Zodiaco convivían con programas originales como A jugar con Hugo (con la inolvidable Gaby Roife), El Club del Animé, Zona Virtual, Kito Pizzas y el legendario Nivel X, con Lionel Campoy y Natalia Dim al frente. Era un canal que no solo entretenía: marcaba tendencias, creaba ídolos y nos hacía correr del colegio para no perdernos el episodio del día.

¿Sabías que…?

Durante un breve período, Magic Kids tuvo su propia revista mensual, con pósters, historietas y hasta fichas coleccionables de sus programas. ¡Un tesoro para cualquier fan noventero!

La crisis económica de 2001 y el aumento de los costos de licencias internacionales golpearon fuerte. Aunque resistió un tiempo, el canal cerró definitivamente en diciembre de 2005. Pero la leyenda dice que en algún rincón del país, un teléfono fijo todavía tiembla ante el eco moribundo de una voz casi olvidada repitiendo “Apretá el 5, el 5”.

Cablín

Logo de Cablín sobre collage de series animadas del canal.
Cablín (1988)

Mucho antes de que los canales infantiles se volvieran franquicias globales, Cablín ya estaba haciendo historia. Lanzado el 21 de noviembre de 1988 por VCC S.A. y producido por Gala Producciones, fue el primer canal infantil de Latinoamérica y el sexto en el mundo. Su estética naíf, con arcoíris, nubes y tipografía cursiva, era tan entrañable como su propuesta: una televisión hecha para chicos, pero sin subestimarlos.

Conducido en sus inicios por María Muñoz, Alejandra Gavilanes, Laura Leibiker y los títeres Sonio y Marimonia (con la voz de Roly Serrano), el canal apostó desde el principio por contenidos originales, educativos y lúdicos. Entre dibujito y dibujito, aparecían joyitas como Consejos útiles, con Claudio Morgado y Esteban Prol, que mezclaban humor absurdo con enseñanzas inesperadas.

En 1994, con la llegada de Ricardo Cavanna como productor general, Cablín se reinventó: sumó figuras como María Eugenia Molinari, Sol Mantilla, Pablo Marcovsky y Mariano Peluffo, y segmentó su programación en zonas por edades, una idea pionera en la región. Aunque también emitía series internacionales, su corazón siempre estuvo en la producción local.

¿Sabías que…?

En una ocasión, los cuatro conductores principales de Cablín se sumaron a un viaje de egresados de un colegio de Buenos Aires. La experiencia fue tan asombrosa que uno de ellos la describió como “una gira de rock”, por el fervor y cariño que despertaban entre los jóvenes.

En 1998, tras la venta de VCC, el canal pasó a manos de Multicanal y Cablevisión, que recortaron la producción original. Aunque en 2000 intentó un regreso con sitio web incluido, no logró recuperar su audiencia. El 30 de septiembre de 2001, Cablín apagó su señal. Pero, más allá de todo, nos dejó esa sensación de que jugar, en serio, también era cosa de grandes.

Fox Kids

Logo de Fox Kids sobre collage de series animadas del canal.
Fox Kids (1996)

En una época donde los canales infantiles empezaban a multiplicarse, Fox Kids llegó con una propuesta distinta: acción, ciencia ficción y aventuras que hacían latir más fuerte el corazón de chicos y preadolescentes. Nacido como bloque de programación en EE.UU. en 1990, aterrizó en Latinoamérica como canal 24/7 el 20 de noviembre de 1996, en plena expansión global de la marca.

Creado por Saban Entertainment y News Corporation, y más tarde absorbido por Fox Family Worldwide, Fox Kids se convirtió rápidamente en un favorito. Su eslogan, “Ponte tú mismo en órbita”, no era solo una frase: era una invitación a sumergirse en un universo donde convivían Power Rangers, Digimon, X-Men, Spider-Man, Escalofríos, Medabots, Tres espías sin límite y hasta rarezas como El colegio del agujero negro. También había espacio para segmentos educativos como Ciencia Traviesa y Qué Raro, que lograban lo impensado: hacer que aprender fuera cool.

¿Sabías que…?

En el año 2000, Fox Kids organizó un torneo internacional de fútbol infantil llamado Copa Fox Kids, con más de 7.000 participantes de 10 países. La final se jugó en Orlando y fue televisada a nivel mundial.

En 2001, Disney compró Fox Family Worldwide y, con ello, Fox Kids. La marca fue reemplazada por Jetix en 2004, con una estética más moderna pero sin el mismo carisma. Algunos lo siguieron, otros lo extrañaron. Pero si alguna vez te sentaste frente al televisor con una chocolatada en la mano y gritaste “¡Digievoluciona!”, sabés que Fox Kids no era solo un canal: era una misión espacial directa a la imaginación.

Nickelodeon

Logo de Nickelodeon sobre collage de series animadas del canal.
Nickelodeon (1996)

Si Fox Kids era adrenalina y Cablín era juego, Nickelodeon fue pura irreverencia. Nacido en EE.UU. en 1977 bajo el nombre Pinwheel, comenzó como un canal educativo sin comerciales. Pero en 1979 adoptó su nombre definitivo (inspirado en los teatros de cinco centavos del siglo XX) y con él, una identidad que cambiaría la televisión infantil para siempre.

En Latinoamérica, Nickelodeon aterrizó el 20 de diciembre de 1996 con una señal panregional y doblajes en español neutro. Su propuesta era clara: dibujos animados con humor ácido (Rugrats, Hey Arnold!, La vida moderna de Rocko), sitcoms juveniles (Clarissa lo explica todo, Kenan & Kel, Drake & Josh), y una estética que no le tenía miedo al desorden. El slime verde se convirtió en su marca registrada, bañando a celebridades en los Kids’ Choice Awards y dejando en claro que en Nick, lo inesperado era la norma.

¿Sabías que…?

El episodio final de Los castores cascarrabias nunca se emitió porque rompía la cuarta pared: los personajes descubrían que eran parte de una caricatura y hablaban directamente con los espectadores.

Con el tiempo, Nickelodeon expandió su universo con señales como Nick Jr. y TeenNick, adaptándose a nuevas generaciones. Aunque su brillo se atenuó frente al avance del streaming, aún mantiene su presencia junto a un público fiel. Si alguna vez te reíste con un bebé que hablaba, un niño con gorra rosa o una adolescente que explicaba todo mirando a cámara… entonces sabés que Nickelodeon es una forma de ver el mundo con una ceja levantada y una sonrisa cómplice.

Cartoon Network

Logo de Cartoon Network sobre collage de series animadas del canal.
Cartoon Network (1993)

Cuando Cartoon Network apareció en escena el 1 de octubre de 1992, no era solo otro canal: era una declaración de principios. Ted Turner, tras adquirir el legendario estudio Hanna-Barbera, apostó por una idea simple pero revolucionaria: un canal que transmitiera dibujos animados las 24 horas del día. Y así, con clásicos como Los Picapiedra, Scooby-Doo y El Oso Yogui, comenzó una historia que marcaría generaciones.

En Latinoamérica, llegó en 1993 y rápidamente se ganó un lugar en los televisores de toda la región. Al principio, reinaban los clásicos. Pero a mediados de los 90, el canal se reinventó con los Cartoon Cartoons: una camada de series originales como El Laboratorio de Dexter, Johnny Bravo, Las Chicas Superpoderosas, Ed, Edd y Eddy y Coraje, el perro cobarde, que redefinieron el humor y la estética de la animación infantil.

También fue uno de los pioneros en abrir la puerta al anime con el bloque Toonami, que trajo a Dragon Ball Z, Sailor Moon y Naruto a una nueva generación. Y cuando lanzó Adult Swim en 2001, se animó a explorar el lado más bizarro y experimental de la animación con series como Robot Chicken y Aqua Teen Hunger Force.

¿Sabías que…?

En 2014, Cartoon Network inauguró su propio parque acuático temático en Tailandia: Cartoon Network Amazone, con atracciones inspiradas en sus series más icónicas. En marzo de 2020, el cierre temporal se convertiría en permanente.

Aunque en los 2000s experimentó con contenido live-action (como CN Real), su esencia siempre estuvo en la animación. Hoy sigue vigente con propuestas como Cartoonito para los más chicos y Adult Swim para los más grandes. Quizás lo que hacía especial a Cartoon Network no eran los personajes, sino ese momento exacto en que te olvidabas de todo y simplemente mirabas, con la cara apoyada en la palma de la mano.

Disney Channel

Logo de Disney Channel sobre collage de series animadas del canal.
Disney Channel (1994)

Cuando Disney Channel aterrizó en Latinoamérica en 1994, trajo consigo algo más que programación infantil: trajo un universo. Con su sello inconfundible de magia, música y valores familiares, el canal se convirtió rápidamente en una ventana a mundos donde todo era posible. Al principio, su grilla estaba dominada por películas clásicas y series animadas como La Tropa Goofy, Timon y Pumba, y Las Aventuras de Winnie the Pooh.

Pero fue a fines de los 90 y principios de los 2000 cuando Disney Channel encontró su voz con las DCOMs (Disney Channel Original Movies) y series que marcaron a una generación: Lizzie McGuire, Even Stevens, Kim Possible y más tarde Hannah Montana o Los Hechiceros de Waverly Place. Estas producciones no solo entretenían: hablaban de amistad, identidad, y crecer en un mundo que parecía cada vez más complejo.

En Argentina, el canal también supo mirar hacia adentro. Zapping Zone, con su mezcla de juegos, música y conducción juvenil, fue un hito local que marcó a toda una generación.

¿Sabías que…?

The All-New Mickey Mouse Club (1989–1994) fue la cuna de futuras superestrellas como Britney Spears, Justin Timberlake, Christina Aguilera, Ryan Gosling y Keri Russell. Aunque no todos los episodios se emitieron en Latinoamérica, el programa dejó una huella profunda en la identidad juvenil de Disney Channel y anticipó el fenómeno global de las “estrellas Disney” que dominarían la cultura pop en los 2000s.

Antes de que Disney+ fuera siquiera una posibilidad, Disney Channel era ese rincón donde el tiempo se medía en risas, canciones y actuaciones exageradas. Y aunque los televisores tengan más de 21 pulgadas y los controles ahora incluyan voz, hay algo que no se fue: ese recuerdo desteñido de una infancia que todavía sabe el camino de regreso.

Discovery Kids

Logo de Discovery Kids sobre collage de series animadas del canal.
Discovery Kids (1996)

En un mundo de canales ruidosos y frenéticos, Discovery Kids llegó con otra propuesta: bajar el volumen, subir la imaginación y explorar el mundo con ojos nuevos. Lanzado en Latinoamérica en 1996, el canal se enfocó desde el principio en contenidos educativos, creativos y amigables para los más chicos, con una estética suave y una narrativa que invitaba a descubrir, no solo a mirar.

Su programación combinaba animaciones entrañables como Caillou, Dragon Tales, Thomas y sus amigos, con shows como Teletubies y Barney y sus amigos y segmentos que promovían la ciencia, la empatía y la curiosidad. Discovery Kids no subestimaba a su audiencia: la trataba con respeto, ternura y una cuota justa de asombro.

¿Sabías que…?

Durante sus primeros años en Latinoamérica, Discovery Kids emitía El mundo de Beakman, uno de los pocos programas de ciencia en la televisión infantil de la época. Aunque originalmente era parte de Discovery Channel, su éxito entre los más chicos llevó a que se integrara a la grilla de Discovery Kids antes de que este se consolidara como canal independiente.

Con el tiempo, el canal evolucionó: sumó nuevas series, lanzó su propia app interactiva y adaptó su contenido a las nuevas generaciones. Pero su esencia, la de un espacio donde aprender era tan divertido como jugar, sigue intacta.

Mención especial

Canal 2

En los años 80 y principios de los 90, Canal 2 (hoy América TV) supo ser un referente para los chicos, con bloques que ofrecían desde Mazinger Z y Candy Candy hasta Los Pitufos y El Pájaro Loco. Algunos ciclos, como El Club de Anteojito, mezclaban dibujos, juegos y contenidos educativos.

Si bien no era un canal infantil, tuvo un rol clave en la transición hacia el boom del cable. Con la llegada de señales especializadas, fue perdiendo espacio para los más chicos, pero su grilla dejó huella en más de una infancia pre-Magic Kids.

Canal 3 Colonia

Con los ojos puestos sobre el Río de la Plata, durante los años 90 y principios de los 2000, Canal 3 Colonia (emisora uruguaya con llegada a zonas del Gran Buenos Aires) ofreció una programación infantil modesta pero entrañable. Aunque no era un canal especializado, sus mañanas y fines de semana incluían clásicos como Looney Tunes, Don Gato y su pandilla, Tex Avery y La Pantera Rosa, además de películas familiares y series compartidas con Canal 4 Monte Carlo.

Su estética colorida, visible en separadores como los de COMUCO, y su enfoque local lo diferenciaban de las señales por cable. A partir de 1994, con mayor potencia de transmisión, ganó visibilidad en Argentina, aunque sin competir directamente con gigantes como Magic Kids o Cartoon Network.

Más allá de los dibujos, Canal 3 Colonia mantuvo una línea cultural y comunitaria, con eventos en vivo y contenidos educativos que lo convirtieron en un canal querido por quienes lo sintonizaban desde “el otro lado del río”.

Telecreativa

En Lanús, Telecreativa (Canal 5 de señal comunitaria) ofrecía una alternativa cercana y accesible para quienes no tenían cable. Aunque su enfoque principal era promover contenidos barriales y culturales, también contaba con un segmento infantil que incluía dibujos animados clásicos, ideales para las mañanas o tardes sin Cartoon Network a la vista.

Con una estética sencilla y una programación pensada desde lo local, Telecreativa fue, para muchos chicos del conurbano, esa ventana improvisada a la animación. Porque a veces, con solo enganchar bien la antena, alcanzaba para que la magia llegara a la pantalla.

Conclusión

No importa si los 80, 90 o los 2000 marcaron tu infancia: si alguna vez jugaste a la mancha, corriste carreras en bici con tus amigos, o levantaste polvo en la canchita de tierra, seguro también entendés lo que significaron estos canales para nosotros. Sin negar lo que se perdió, elegimos ser cómplices del recuerdo. Por eso, con el control remoto en mano y el joystick en pausa... nos vemos en el próximo bloque. O mejor dicho, en el próximo artículo, cuando las palabras y los recuerdos nos vuelvan a encontrar.

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Por Nick
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